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Remolques: tipos de remolques y reparaciones

Remolques

Lo que necesitas saber.

Cuando el espacio del coche no es suficiente para llevar todo lo que tenemos que llevar, recurrir a un remolque siempre es una buena opción. Sin embargo, se trata de un mundo más complejo del que pueda parecer a priori, así que vamos a ayudarte con algo de información.

Empezaremos hablando de los modos de clasificar los remolques, de los tipos que hay, de la siempre socorrida opción de la segunda mano y de sus posibles reparaciones.

Tipos de remolques por peso

Se trata de una de las clasificaciones más sencillas que se pueden llevar a cabo, enmarcándolas en dos categorías, ligeros y no ligeros, que además del peso también se diferencian entre sí por la consideración que tienen en el código de circulación.

Un remolque ligero tiene una masa máxima autorizada (MMA) igual o menor a 750 kilos, no tienen permiso de circulación y la matrícula que lucen es la del coche que tira de ellos. Un remolque no ligero supera los 750 kilos de MMA y es necesario que tenga matrícula, seguro y permiso de circulación propios.

Tipos de remolque por formato

Dejando a un lado los pesos, la forma que adquiera el remolque, así como su posible utilización, también es una manera factible clasificarlos: plataforma, carro y caravana.

El primero es el más sencillo, por norma general formado por un bastidor sobre el que se instalan unas guías, lo que permite transportar vehículos de varios tipos. Los remolques para coches y los remolques para motos son de este tipo, pero también los hay para embarcaciones.

Remolques

Los carros son similares a las plataformas, pero llevan instalada una caja cerrada que hace las funciones de “baúl con ruedas”. Pueden ser de muchos tamaños y valen tanto para el transporte de objetos como para el de animales (aunque estos estas acondicionados especialmente para tal fin).

Por último tenemos a las caravanas, básicamente son remolques de gran tamaño, con un formato interior que hace las veces de vivienda. La complejidad de los mismos puede variar bastante.

Remolques de segunda mano

Para quienes no quieran o no puedan permitirse uno nuevo, siempre existe la opción de hacerse con un remolque de segunda mano. Aunque no tengan la complejidad mecánica de un coche, conviene que antes de adquirirlo lleves a cabo una revisión de su estado.

Por norma general estarán castigados, aunque eso depende del tipo de remolque que se trate. Lo importante es que estructura esté bien, que no haya óxido o deformaciones en la misma. El enganche, que puede ser de muchos tipos, mejor que sea nuevo (siempre que sea posible).

Reparaciones de remolques

Es algo que, dependiendo del tipo de fallo, puede hacerse por uno mismo o que es mejor llevarlo a profesionales. Si se trata de desperfectos pequeños que no afecten a la funcionalidad o si hablamos de remolques de tamaño y peso contenido, es más viable hacerlo en casa, pero en caso de estar pensados para soportar grandes cargas, mejor pasar por el taller.

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